Los problemas de pareja son problemas de interacción, no estrictamente del individuo.
¿CUÁLES SON?
En los trastornos de pareja, podemos identificar tres formas de relación no plenas y que van a producir una disfunción en la pareja:
- La pareja inestable: aquella en la que hay deseo e intimidad pero no hay compromiso.
- La pareja superficial: hay compromiso pero no intimidad.
- La pareja compañera: hay compromiso e intimidad, pero no hay deseo.
Evaluación y diagnóstico
Entre los instrumentos existentes podemos distinguir cinco tipos básicos de estrategias para la evaluación de la interacción marital:
- Entrevista inicial o de recepción.
- Instrumentos de autoinforme: obtención de las opiniones de cada miembro respecto a la relación, así como una apreciación de la conducta propia y del otro.
Ejemplos:
- Escala de ajuste marital.
- Escala de ajuste diádico.
- Inventario de actividades maritales.
- Cuestionario de problemas actuales.
- Instrumentos de autoobservación y de observación de la pareja.
- Sistemas de registro de la observación por parte de terceros: estimaciones de la conducta de la pareja en situación de interacción en laboratorio o en ambiente natural.
- Instrumentos para la evaluación de temas específicos relacionados con la pareja, que incluyen:
- Entrevista de recepción.
- Entrevista individual.
- Entrevista individual cruzada, en la que el evaluador entrevista al miembro de la pareja del sexo opuesto.
- Mesa redonda, en la que los miembros de la pareja son atendidos por los dos evaluadores en una sesión común.
El adecuado proceso de evaluación nos debe permitir:
- Una descripción de las características de ambos miembros de la pareja y de los problemas de la relación.
- Ayudar a los miembros de la pareja en la toma de decisiones.
- En el caso de que se lleve a cabo un programa de intervención, determinar qué componentes terapéuticos son prioritarios e, incluso, si éste es el sistema terapéutico idóneo para la pareja en particular.
- La valoración continuada del proceso terapéutico si fuera necesaria la intervención.
Tratamiento
La mayoría de los programas terapéuticos constan de doce sesiones organizadas en cinco fases:
- Dos sesiones de entrenamiento en reciprocidad positiva destinado a incrementar el deseo.
- Tres sesiones de entrenamiento de comunicación destinado a incrementar la intimidad.
- Dos sesiones de entrenamiento en negociación destinado a incrementar el compromiso.
- Tres sesiones de entrenamiento en solución de conflictos destinado a consolidar y generalizar las ganancias terapéuticas.
- Dos sesiones para la prevención de recaídas y manejo de situaciones críticas.
Estas 12 sesiones, de 60 a 90 minutos de duración cada una, están sujetas a las peculiaridades de cada pareja, con lo que cabe realizar diversas adaptaciones y redistribuciones de sesiones.