¿En qué consiste el trastorno de ansiedad generalizada?

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se define por la presencia de ansiedad y preocupación excesiva (aprensión) sobre un amplio número de actividades o acontecimientos cotidianos. La preocupación suele manifestarse a través de preguntas del tipo ¿y si…?, ¿qué pasaría si…? o ¿qué tal que…? en diversos aspectos de la vida cotidiana, desde las cuestiones laborales, familiares, la salud, las finanzas hasta asuntos menos importantes como llegar a tiempo a una cita.

Anticiparse a un acontecimiento suele ser una buena estrategia de solución de problemas, no obstante, quienes tienen un TAG convierten la anticipación en una estrategia de afrontamiento inadecuada, ya que las anticipaciones no corresponden a problemas reales, son de baja probabilidad de ocurrencia o no son tan impactantes.

Una creencia extendida entre quienes sufren un TAG es que preocuparse les ayuda a evitar la ocurrencia de eventos temidos o que les prepara para lo peor.

¿Qué caracteriza el trastorno de ansiedad generalizada?

Las personas con TAG se identifican básicamente por la ansiedad y preocupación excesiva sobre una amplia gama de actividades o acontecimientos. Experimentan que no pueden controlar sus anticipaciones, éstas son por lo general de carácter negativo o catastrófico e interfieren con el desarrollo de las tareas de la vida diaria.

Las personas con TAG presentan algunos de estos síntomas: inquietud, fatiga, irritabilidad, tensión muscular, alteraciones del sueño, dificultad para concentrarse o dejar la mente en blanco. Como cabe esperar, tienen comportamientos de evitación de las situaciones que le preocupan.

¿Qué impacto tiene el trastorno de ansiedad generalizada en quien lo padece?

Este trastorno suele afectar de modo importante la salud. Muchas personas consultan frecuentemente con su médico de cabecera por los síntomas físicos relacionados con la ansiedad generalizada y es habitual encontrar que abusan del consumo de alcohol y de ansiolíticos (muchos sin control médico).

¿Qué otros trastornos mentales pueden darse al mismo tiempo que el trastorno de ansiedad generalizada?

Las personas con un TAG pueden presentar también problemas depresivos y otros trastornos de ansiedad.

¿Cuáles son las causas del trastorno de ansiedad generalizada?

El TAG no cuenta con un modelo que explique las razones por la cual se produjo. Sin embargo, se sabe que posiblemente durante la niñez se tuvieron algunos factores que aumentaron la probabilidad de que el TAG apareciera, como son la sobreprotección por parte de padres/cuidadores o haber tenido eventos adversos. En este trastorno, una tercera parte del riesgo de sufrirlo es genético.

Algunos planteamientos psicológicos en torno a por qué se mantiene el TAG se relacionan con que la preocupación excesiva que lo caracteriza es asumida como una forma de prepararse para lo peor o sirve para prevenir que sucedan los eventos o las consecuencias temidas. Teniendo en cuenta que las personas con TAG toleran poco la incertidumbre, llevan a cabo comportamientos de evitación de las distintas situaciones y que son coherentes con su preocupación. Al final, lo que temen no sucede y esto hace que no tengan que sufrir más emociones negativas o un mayor “desajuste emocional”. Este mecanismo refuerza la idea de que hay que mantenerse preocupados.

¿Qué podría hacer una persona con un trastorno de ansiedad generalizada?

Este trastorno no suele remitir por sí mismo y ya mencionamos las graves consecuencias que tiene en la salud y en los distintos aspectos de la vida, lo que significa que habrá que buscar ayuda profesional.

El psicólogo hará una entrevista clínica y posiblemente emplee un protocolo para determinar si los síntomas que experimenta el paciente corresponden a un TAG y en caso de ser así, clarificar los principales temas de preocupación, la intensidad de la ansiedad asociada a ella y las formas de afrontar las cuestiones que le preocupan. También le hará preguntas para conocer cómo ha sido la evolución del trastorno e identificar el impacto que esto ha tenido (y tiene) en su vida.

Posiblemente, le pase, además, cuestionarios o le pida que haga una serie de registros durante la semana para poder determinar los niveles de ansiedad, los síntomas característicos, el tipo de pensamientos y creencias, el nivel de intolerancia a la incertidumbre. La información obtenida será muy importante para la evaluación y también para el tratamiento, así que sería ideal que registrara muy bien aquello que le pide su terapeuta.

¿Qué tratamientos hay para el trastorno de ansiedad generalizada?

La terapia cognitivo conductual ofrece opciones terapéuticas que han mostrado ser muy eficaces para el TAG. Las personas con TAG reciben entrenamiento para aprender a regular sus emociones, a identificar pensamientos o creencias que resultan inadecuadas porque refuerzan la preocupación y el malestar para luego cambiarlas y, finalmente, se exponen sistemáticamente a las situaciones temidas.

El tratamiento farmacológico se utiliza especialmente en aquellos casos en que el TAG se presenta junto con un trastorno depresivo.